domingo, 25 de noviembre de 2012

Gone with the Wind


El viento ya viene
entrando por los pies
corriendo por el vientre
endulzando el tacto
refrescando las olas del aliento

El viento, el viento
que se lleva en su flujo 
imperecedero, eterno
las aflicciones del sentido

El viento que me recorre con su tacto
y en un beso tierno y frío
me regala dos sorbos 
de llanto tibio y sincero
para llenar dos copas 
de licor amargo 



El viento 
susurró en mi oído:
"Cuando no existe lugar



y la vida no da más
sólo queda aprender a gritar
tomar los ojos del suelo
sacarse los clavos del alma
tomar dos píldoras de nube
y respirarme profundo"
al tiempo que caía 
en sus brazos eternos
etéreos 
y me llevaba al infinito
de un viento, un viento
que viene y que nunca se va.





martes, 20 de noviembre de 2012

Remains of the Three Days of Grace...


"...Don´t put your life in someone's hands, 
They are bound to steal it away..."


"I don't really know
Who I am
It's time for me to stand
I need a change
And I need it fast
I know that any day
Could be the last..."

"...There's times I stayed alive for you
There's times I would've died for you
There's times it didn't matter at all..."

"...Did I fall  asleep?
Is this all a dream?
Wake me up, I'm living a Nightmare..."


I will not die
I will survive

"...So if tomorrow never comes
From living fast and dying young
I hope the best is yet to come..."
"...You're under attack
But your spirit's not broken...
So when you're feeling crazy
And things fall apart
Listen to your head
Remember who you are..."


I'm the unbreakable heart



I WILL NOT DIE





miércoles, 14 de noviembre de 2012

Cuento Amorfo


Había una vez un cuento amorfo. Todos miraban a otro lado, buscando cuentos con forma y el cuento amorfo se quedaba en las sombras, esperando, acumulando polvo. Caminaba sólo, sin nombre y se preguntaba qué propósito tenía su existencia. No tenía forma, ni sentido. Fue entonces en que vio algo en las sombras, una pluma amorfa, sentada y empolvada. La pluma notó su existencia y el cuento amorfo tomó a la pluma amorfa y cada renglón cobró sentido cuando un ojo curioso descifró estas palabras.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Walking Around...

Ahora entiendo lo que alguien me dijo hace tiempo: Algunos escriben por gusto, mientras que para otros, es algo tan necesario como el vómito después de una sobrecarga de alcohol. 
Hoy escribo aquí no por el gusto de hacer florecer ideas en papel, como antes. Hoy, tenía miedo de tomar a pluma e impregnar este blanco, tenía miedo de lo que después vería escrito aquí; pero tenía más miedo de no escribir, de lo que estaría haciendo en su lugar. 
Es verdad lo que dicen. Es verdad que hoy no sé quién soy ni tampoco qué pasará con mi vida, pero dudo que alguien entienda las dimensiones reales de lo atrapada que me encuentro, del dolor que se aplasta, pero sobre todo de la inmensa culpa que me agobia. He permanecido demasiado tiempo callada, sin pensar ni decir lo que siento. Sólo a veces un vestigio de dolor me subía por la médula y resbalaba de mis ojos a las manos, extendidas para tomarlo, para intentar crear estatuillas de agua y sal que rápido desaparece. ¿Alguien lo ha logrado alguna vez? No lo sé. Tal vez sí, en algún lugar lejano; pero yo me encontré  completamente incapaz de darles forma y verlas más puras, menos dolorosas, menos prisioneras...

Estos días, me he cansado de ser hombre. Me he cansado de albergar dolor líquido que al final se evaporó y salió por cada poro. He pensado en abandonar el mundo, en carbonizarme al roce de un lirio, morir de un golpe de oreja. 
Me derrito, incontrolablemente, desesperadamente. Me derrito sola entre paredes prolongadas, pisos geométricos, espejos que no responden mi llamado, que no perdonan y me miran como si quisieran borrarse del mundo, suicidarse y desaparecer entre gritos de cartón y vapor de mercurio. De entre vapores y dolores, el espejo extiende una mano pálida y me pide que vaya, que la soledad le hace ecos en los tímpanos, hoyos en la carne y le susurra en las pupilas que me quede, que le abrace. Yo sólo miro el límite cristalino que nos separa, poso la mano sobre la suya y cierro los ojos, escribiendo olas lejanas en las líneas vacías del aliento, escuchando árboles secos y tomando entre mis manos sueños huecos que saltan de mis uñas al vacío, llorando de orfandad y de frío.
Sólo uno prefirió quedarse, pequeño y pesado. Creció boca y sus ojos me miraron mientras los otros, quizá hermanos, quizá desconocidos en especie, seguían su trayectoria al vacío. 
Si su boca se abrió, fue sólo para soltar un alarido profundo y estrecho. Se rompió el espejo. No. Yo no lo rompí. No. No. No lo rompí.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Aquí va un título


Un vals en lo profundo
Arte de la noche
Fantasías en la mente
De un loco que
Grita, llama
Con un fuego en las
Entrañas, fogatas
De tiempo indestructible


Palabras de polvo
Que se cuelan por los ojos
Bajan  a las manos
Y arden en los dedos
De un bien marchito, seco
Perdido en espacios
De destellos oscuros

Ensoñaciones de últimos
Difuntos,
Reino de dolores en que
Un buscador de sueños poetas
Con nuevas posibilidades
De escapismo
Se estremece, se tienta
Y con la fuerza del entendimiento
Observa un corazón
Palpitante, perpetrado
Que todo lo vive y
Todo lo teme

En el zumbido de un ojo, en las
Lágrimas cándidas
 que quiebran un contrato,
venas heladas de fuego

Entre verdades y condenas
Una prisión blanca se yergue
Escápate, se dice
Y el espejo de ojos ciegos
Nada le responde. 

jueves, 18 de octubre de 2012

Escape


Al fin y al cabo, ¿qué es escapar? Cierro los ojos y nada queda. Todo está inmerso en recuerdos molidos, nubes de azufre, cielos de asfalto. Me pierdo entre cada paso como si los pies engomados se pegasen a cada fibra, cada rastro. Los zapatos me pesan. No me dejan sentir. Se deshacen con el ácido de mi aliento. Se consumen con el toque de un ojo. Ahora seguiré descalza, tangible.
Creo que estoy soñando. No. He soñado mucho tiempo, tanto que los sueños no son sueño. ¿Que un sueño exista significa que no es real? ¿Los recuerdos, las emociones, son reales, no? ¿Por qué los sueños no lo serían? No. Yo no estoy soñando. De hecho, creo que por primera vez abro los ojos, siento el aire, las nimiedades de la conciencia, el sol sobre mis pupilas y ¿qué es eso? Hay algo en mi pecho que pesa, se mueve. No lo puedo controlar. Un reloj. Sí, tal vez es un reloj. ¡Ouch! Se contrae. Se acelera. Abro mi pecho, dejo que mis pulmones se llenen de aire y observo, son estupefacción, que el hoyo, ese espacio que nos es natural entre cada clavícula, se sumergió en una sustancia cristalina, ingrávida como las nubes que  flotan. En el centro hay algo con engranaje y manecillas. Intento tocarlo, tentada por su palpitante brillo metálico. El líquido es tibio, refrescante. Por un instante, no me atrevo a sumergirme hasta el capullo.  La inseguridad me invade. Pero luego de comprobar que nada ocurre, me alberga un impulso irrefrenable. Compruebo mis temores al detenerse el delicado mecanismo. Se agrieta. Se extiende y el dolor me llena desde dentro, desde los rincones mas recónditos de una mente tan abierta como la lengua de las mariposas. Me envuelve. La grieta hace raíz en mis dedos y se extiende hasta cubrirme por completo. Como un cristal me fragmento, me rompo y la voz se extiende por el espacio vacío a mis pies.


La cuenta regresiva inicia, como siempre. Son exactamente 30 los segundos que tengo para relajar las muñecas y lograra que la cuerda ceda. Me quedan otros 30 para golpear la madera fría y húmeda de la caja, buscar un cerrojo y meter la ganzúa. 10 segundos más y el reflector pegará en mi rostro húmedo por el sudor luego de emerger de la superficie cristalina del agua. Aplausos. Ecos de asombro y el aire, desesperado, en mis pulmones. Lo logré. Terminó el acto. Cierro los ojos un instante, intentando recuperarme del esfuerzo.

Abro los ojos de nuevo. Miro mis muñecas adormecidas, las muñecas que no me pertenecen y oigo un chasquido agudo. Algo cayó al agua. ¿Dónde estoy? Hay pasto y la superficie  ondulante del líquido. Las ondas crecen y se multiplican tras más chasquidos. El agua se extiende y desde su superficie se vislumbra un cielo azul y distante. Pocas nubes salpican de blanco inmaculado, manchado de rojo, gris, de naranja. El sol está por ocultarse. Y en el agua hay una banca, un hombre que, como despertando del ensueño, abre los ojos y me mira, invitándome a sentarme junto a él. El brazo derecho sobre el respaldo de madera. Sus ojos negros me calan con observación aguda y sobria. Me llenan.

Pie derecho adelante. Necesito llegar a él, al hombre. Pie izquierdo. Hay algo que necesito decirle, urgentemente. Pie derecho. Algo está mal. Hay algo caliente en mi pecho. Ba-dump. Quema.

Un pie, otro, otro. Mis plantas descalzas tocan el agua, flotan sobre ella como hojas caídas. Corro. Él no se mueve. Ya casi. Ba-dump-dump-dump-dump. Llego frente a él. El calor llamea, me arde. Miro mi pecho y descubro un insecto. Una mariposa. Tiene alas de fuego. Quiere salir. Eso es lo que quema. El hombre se puso en pie, sacó una llave del bolsillo. Sí, hay una cerradura en mi pecho, de cristal. Introduce la llave. Dos vueltas. Tres. ¡Clic! Un chasquido. Se abre. Se releva el dolor, la urgencia, las llamas. La mariposa sale y revolotea a mi alrededor. Él, estático, extiende una mano clara. La mariposa acude al llamado y se posa en sus dedos.

-       Éste es tu corazón. Bienvenida al mundo real. De aquí, no hay modo de escapar.

domingo, 14 de octubre de 2012

... Robadas

En mi mente llueve. No como una llovizna pasajera sino más como un diluvio eterno, incansable, caprichoso. Me envuelve. Me abrasa. Tal vez, sean sólo las caricias de a veces, los gestos de siempre, los que me hacen sentido ahora. Pero he perdido el título de esta entrada, de la sangre oscura que viene por siempre a manchar el blanco inmaculado del papel. Perdí una o cinco palabras. Perdí el espíritu y descripción. ¿Qué queda? Queda todo absorto en lluvia, en diluvio.
Cada día me siento un poco más muda. Cada día digo... no digo nada. Busco oreja  y ojos nuevos. Busco la lengua de las nubes, mis amigas, a quienes hace mucho no consulto. Hace mucho que no escucho su mudo lenguaje. Cada vez lo entiendo menos. 
Ayer mi corazón se acercó un poco más a las nubes, su sustancial inconsistencia cambió de forma y vislumbré, por un instante, la hermosura del éter, tan sencilla, volátil. 
Ayer floté y sentí que nada ni nadie podía afectarme... bueno, nadie no. Sí hay alguien: Él. Él es el dueño de mí tanto como puede serlo. Me tiene en sus manos y me lee lo mismo que a un libro, sólo que aún no sabe descifrarme. No. No lo ha hecho y espero que sea porque no sabe cómo. 
A veces me pregunto qué pasaría si yo perdiera la voz, si nadie me escuchara y por mucho tiempo siguiera así; me pregunto si me desacostumbraría a hablar, a callar lo que pienso, lo que reflejan las nubes pasajeras. Como aquélla, a la izquierda del roble. Ella que se derrite, que se evapora. 

martes, 2 de octubre de 2012

La Huida


Preludio 
Tantas posibilidades, tantos sueños y dolores. Todo está afuera y yo estoy adentro. No puedo tocarlas. No hay modo de alcanzarlas a través del cristal hermético y frío de la ventana. 
Me arde el corazón. Él, a mil lado, el de la sonrisa oscura, buscador de profundos y dolores; me mira y sus ojos susurran envueltos en fuego. Me toma de la mano y sus dedos murmuran cielos de concreto. Todo él palpita, en lo profundo. Oigo las voces en mi cabeza, los gritos y destellos de razón. "Escápate" se dice y luego otra voz árida responde una y otra vez "No."...



 El tiempo pasa, a cucharadas cafeteras, tintinea en mis dedos un instante y ¡puf! se ha ido. Todo se va.  Todos. Y ahí estás tú, con tantas probabilidades, tantos sueños. Tus ojos, como ventanas abiertas me llaman, me traspasan y dentro dee tus pupilas llego a un mundo oscuro. Camino por gargantas profundas, salgo a calles de voces, de fantasías. Ahí, una voz suena en un grito de cartón. La voz es fuego llameante, decadente. Como si la fuerza de mil hombres emanara desde sus raíces, desde la esencia misma de todo, destruyera los lazos que la atan al fondo y triunfal se postrara ante mí
¡Escápate! -le digo- Ven conmigo. Estremécete de mí, conmigo. Te ofrezco mi corazón, mi mundo, mis segundos eternos.
En un destello la voz crece ojos nuevos de espacio y abismos. Me mira y caigo presa de su intensidad. Sus pupilas son sueños imposibles y en oscuro espacio interior de su centro reina un dolor dulce, sencillo como un poeta en las sombras que se aferra con garras y colmillos a su naturaleza de buscador de verdades y soñador en un mundo sin sueños.
La voz, que no era voz, se estremece, toma mi mano y se incendia; me abrasa. Corremos eternamente los dos, como uno solo, por mundos y realidades sin bien ni mal. 
El tiempo pasa a cucharadas soperas. Resuena en mis pasos infinitamente, fluye de mi cabeza al papel con trazos constantes y su voz, la voz de un corazón robado, habla desde mi interior y se convierte en arte.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Plenitudes de Agua

Soy plena de ti
plena por ti, para ti
de la mano en cualquier lugar
de labio a labio


Somos, eres, soy plena, plenos, pleno
plenos de lluvia, de pasos
de palabras escondidas 

tras cortinas de agua:
una multitud caída

pasamos ante el mundo 
entre el mundo y ojos ciegos
para llegar a algún lado...

¡qué importa!
para no llegar, para perdernos

solos los dos

caricias de a diario
plenitudes de a veces
tu tacto cálido, tus ojos
que me tocan; se funden
en trozos de silencio
poco a poco

así quedamos los dos
plenos de ti
              de mí

y no dejó de llover
sólo dejó de importar.

miércoles, 18 de julio de 2012

Días perdidos


Este es un día perdido
Atrapado entre horas, minutos
Pensamientos, sueños
Haces fugaces de luz,
Sombras lentas de tiempo

Pasa el día y todo es silencio
Pasa el tiempo y no es día
Sino horas, horas, horas
que crecieron alas
y volaron hacia el infinito

horas que nunca más volverán...

sábado, 28 de abril de 2012

Orwell






Todos
    Somos
   raros
pero unos
   más 
      raros 
    que
otros

domingo, 22 de abril de 2012

Tal Vez


Tal vez vivir es morir a largo plazo
Tal vez nada es cierto
Tal vez todo es en realidad nada
Tal vez somos polvo de estrellas
Tal vez alguien lo sabe todo
Tal vez yo no sé nada
Tal vez eso hace que sepa algo
Tal vez despierto para soñar
Tal vez me desvelo para dormir
Tal vez no todo silencio es olvido
Tal vez cada gota es un mar
Tal vez te extraño demasiado
Tal vez cada minuto es eternidad
Tal vez las palabras sobran
Tal vez una mirada es un mundo
Tal vez las palabras me acosan
Tal vez te quedaste en mi recuerdo
Tal vez no sirve decir "tal vez"
Tal vez no quiero dejarte ir
Tal vez me quieres
Tal vez nada es para siempre
Tal vez no hay mal que por bien no venga
Tal vez, 
    pero sólo tal vez
      te necesito

viernes, 13 de abril de 2012

La Vida


 Vivo
la vida
               soñando 
  en 
  mundos 
sin sueños...

viernes, 23 de marzo de 2012

Drei


"Un día las personas llegan a tu vida, de un modo u otro y un día también se esfumarán de ella." 


Es un pensamiento real, de situaciones reales, pero hay gente que, aunque se aleja y se aleja del umbral del entendimiento y se sumerge en la incertidumbre, en la sensación propia de lo desconocido, no deja de ser parte esencial de uno. No importa cómo cambie o en qué se convierte, la esencia nunca cambia. 
Eso es lo que un número 2 piensa. Eso es también lo que lo hace estar tan convencido de que aunque pase el tiempo y su confidente, un número 3, cambie de trazo o de tinta, un tres siempre será un tres. No importa la distancia o el tiempo que pasen separados. No importa si el tres, ocupado y ligeramente perdido, desaparece de a ratos. No hay forma de que deje de ser el mismo tres que nació junto con el dos (tal vez un mes antes).  A pesar de que los años pasan y las cosas van cambiando, no hay modo de que un 3 no esté al lado de un 2. 
No hay modo de que un 3 se vuelva un extraño anónimo e inexistente en la vida de un 2.
No hay modo de que un 2 deje de querer a un 3.


Feliz cumpleaños, querido número, querido amigo, querido ser humano, querido Drei. 


jueves, 22 de marzo de 2012

A Nightingale's Heart


Once a nightingale leaves the tender arms of the breaking sun, one may think it yearns for the morning star to arise again from the ashes of the day, but even if it stops singing and flies away, one can be sure of its delight and longing for the day and it can easily be confounded for the seeking of its own self. 

No one, not even the moon, confident of the nightingale's secret pain and sweet dreams may be sure, for none of them speaks the same language in which the bird talks. But the letters on a nightingale's chest run wild through the breath and get under the dreams of rocks and clouds, speaking of love and beauty, whispering about its beloved sun, asking if he is to come again to her. It wonders if the sun yearns and dreams and laughs and cries. The star, so distant, so warm, so far.

sábado, 25 de febrero de 2012

El guardían entre el centeno



Caminando sobre un risco encontré un centeno. 
Brillaba, cálido a la luz de la inocencia. 
El centeno dorado bailaba con aires de alegría veraniega, 
se inclinaba ante el risco el centeno dulce e inocente.
 Ignorantes del peligro, los niños entre el centeno jugaban a cacharse, 
ignorantes del risco, jugaban en el centeno. 

El fin del centeno era invisible para almas tan tiernas 
sin saberlo, se balanceaban en la orilla. 
Cada vez más cerca del fin, 
cada vez menos brillantes.

El guardían entre el centeno los miraba, sombrío,
sus palabras no eran más que un eco confuso y perdido
envejecido, solo
el guardían entre el centeno gritaba, 
corrió hasta la orilla, la orilla del centeno
pero sus manos atemporales, subjetivas
no pudieron detener a los niños que caen
y el guardían sigue ahí, 
a orillas de un risco, el risco de un centeno. 


miércoles, 22 de febrero de 2012

Semana de Terror 3

Porque eso es el verdadero terror: el límite entre lo que tu mente puede comprender y el umbral de lo que existe.

martes, 21 de febrero de 2012

Semana de Terror 2

Y es cuando te ves arrinconado, sin posibilidad alguna de vencer la inseguridad, el miedo, cuando te pierdes a ti mismo en la ceguera del juicio, cuando te conviertes en una víctima del más puro terror. 

lunes, 20 de febrero de 2012

Semana de Terror

Terror es cuando te levantas un día por la mañana y no reconoces a la persona que te mira desde el espejo.

domingo, 29 de enero de 2012

Del Odio al Amor No Hay Ningún Paso


      Es conocimiento común el hecho de que los opuestos habitan este mundo en una relación harmónica y uniforme. Nadie duda que todo lo que nace debe morir o que cada noche sucede al día. Es lógico pensar que esta correlación es una de las grandes fuerzas que mantienen a la realidad tal y como la conocemos. Y, si seguimos esta lógica, lo mismo se aplica a las relaciones sociales y a los sentimientos. Uno no puede amar algo sin sentir una fuerza opuesta de disgusto (u odio) hacia lo mismo que le inspira amor.
Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, estipuló que la personalidad del hombre está compuesta por tres elementos: el yo, el superyó y el ello. El yo es la parte consciente de una persona, es la que actua y la que responde a estímulos en el presente mientras que el superyó y el ello son menos evidentes y son los que, en última instancia, causan que una persona se comporte de un modo u otro.
El superyó es inculcado por las personas que educan a un niño. Está conformado por reglas estrictas de comportamiento. Éstas reglas están tan profundamente anidadas en nosotros que dificilmente podemos desobedecerlas sin sentir profunda culpa y el mismo superyó se encarga de juzgar las acciones tanto del yo como del ello dándonos una buena carga de remordimientos.
El ello, por otro lado, es la parte instintiva de una persona. Se dice que esta parte viene incluída desde que nacemos y provoca las acciones más violentas y menos meditadas. Es el completo opuesto del superyó y está siendo regulado y juzgado por el yo y el superyó respectivamente. El ello es la misma naturaleza del edonismo: busca el placer instantáneo y repele el dolor.
La combinación de estos tres elementos es la que forma la personalidad de una persona. Uno siempre está entre lo desalmado y lo rígido, intentando regular las acciones para no caer en ningún extremo. El hombre es en sí mismo, estructuras mentales opuestas.
Como en la teoría de la personalidad según Freud, las teorías postfreudianas de Melanie Klein también hablan de opuestos al describir la naturaleza del amor.
Melanie Klein fue la primera en concebir al amor como algo más que la simple necesidad de satisfacer deseos eróticos.
“El surgimiento del amor consciente estaba relacionado con nuestro remordimiento hacia el odio destructivo, es decir, una vez que nos damos cuenta de cúan violentos somos en el interior con aquellos que amamos, también advertimos cúan necesaria es la preocupación por cuidar las relaciones que valoramos.” (Frager and Fadiman)
Todos hemos sentido esa repulsión repentina por alguien a quien amamos y, avergonzados, nos hemos arrepentido de pensar o hacer cosas que perjudiquen a esa persona. Esto es lo que propicia más la consideración hacia esos seres queridos. Pero no sólo la culpa es el motor de cualquier relación amorosa, sino que también existe el sentimiento de dependencia hacia otras personas.
Como es bien conocido, el ser humano es un ser sociable y necesita de contacto con seres de su misma especie para sobrevivir y desarrollarse adecuadamente. Esto nos crea una dependencia leve o alta (dependiendo de la persona en cuestión) de aceptación social y de alejamiento con respecto a la soledad y otros sentimientos profundamente negativos que podrían acabar con nuestra salud mental.
Pero, por otro lado, el ser humano tiene la necesidad de sentirse un ser individual y original. No podría soportar la idea de que es igual a medio millón de seres con ideas, físico y creencias parecidas. Estas necesidades contrarias
demuestran que los opuestos son necesarios y complementarios en la vida de los hombres.
Como mencionó Erich Fromm en su libro El Arte de Amar: “Se volvería loco [el hombre] si no pudiera liberarse de su prisión y extender la mano para unirse, en una u otra forma con los demás hombres, con el mundo exterior.” Fromm dice que si el hombre no consigue deshacerse de su propio estado de separación, siente que el propio mundo, el hecho de no poder controlar muchos aspectos de su propia vida y su entorno, sofocan al hombre y que si no logra separarse de ése estado de separatividad, se sentiría asfixiado y se aislaría de la realidad.
Una persona no puede evitar sentir una mezcla de ambos sentimientos: el del amor hacia una persona que nos retiene de volvernos locos de soledad y el repudio por ser tan parecido a nosotros (el hecho de ser humano, de tener compatibilidad con nuestros pensamientos y nuestra personalidad) y contradecir nuestra sensación de originalidad.
También, nos es difícil aceptar que las personas hacen cierto tipo de acciones o piensan de cierto modo completamente opuesto al nuestro o que puede resultarnos dañino. Este conocimiento nos puede causar repudio y disgusto. Pero el sentimiento de aprecio, culpa por sentir nuestra originalidad amenazada por esa persona y la necesidad de tener un vínculo con el mundo para no sentir que nos asfixia hacen que tener relaciones amorosas (ya sean fraternales, eróticos o a Dios) sea algo completamente obligatorio para mantener una vida sana.
Para concluir, es congruente agregar que la mezcla de lo positivo y lo negativo forma lo que uno reconoce como un todo. No existiría bien sin mal como no existiría el odio sin el amor. El punto es tener un equilibrio entre ambos para tener una relación sana con otras personas y con nuestros propios pensamientos. ¿O acaso tú podrías afirmar sentir sólo sentimientos positivos hacia alguna persona?



Obras Citadas y Consultadas

Frager, Robert and James Fadiman. Teorías de la Personalidad. segunda edición. Alfaomega-Oxford, 2001.
Fromm, Erich. El Arte de Amar. Trans. Noemi Rosenblatt. Paidós, 1983.
Real Academia Española. Diccionario de la lengua Española. 25 1 2012 .