miércoles, 9 de noviembre de 2011

En mí

Te siento. Te siento en el aire, en la voz que me llama de adentro, desde los rincones de mi mente que nunca veo en sueños, desde las palabras hechas alas, desde los caminos que recorro a diario,
desde cada fibra de mi ser que te llama, te busca, esa voz que no te encuentra.


Y aquí estoy yo, queriendo apaciguar el frío con el recuerdo, reviviendo momentos en que tu contacto estaba a dos pasos y tu aliento a una palabra del mío: te tengo y no te tengo. 
Te sueño y despierto en noches oscuras, buscando tu calor al lado del mío, buscando tu rostro dormido, hermoso, esa tranquilidad tan digna de ti. Te siento y tanteo en la oscuridad en busca de tu tacto frío, en busca de tu voz, pero no te encuentro. Tu voz viene de mí, viene hacia mí, viene de lejos y se escucha tan cerca. 

Porque tu ausencia está marcada en cada sombra de mi semblante, en cada luz que ilumina a dos amantes solos en una multitud; amantes que reciben las miradas furtivas de aquellos que están solos o creen estarlo,
miradas cargadas de admiración, un toque de celos poco disimulado. Ellos miran y anhelan y recuerdan y suspiran. Uno que otro suelta una sonrisa cargada de llanto y se vuelve para seguir con su camino, un camino indefinido y perdido alrededor de ese grito que nunca se consumó. 


Entonces es cuando cierro los ojos y te pienso hasta ver cada rasgo de tu ser. 
Entonces es cuando me hago recordar que estás más cerca de lo que perciben los sentidos; estás en mí. 









domingo, 23 de octubre de 2011

what told me a cloud

Clouds are skilled enough to show you a hundred things without words.
They are patient enough to wait and rain in the proper time.
Clouds are wise enough to let themselves travel with the wind.
They are experienced enough to understand change.

Clouds talked to me today.
They told me to love you.

domingo, 9 de octubre de 2011

No me encontré

Abrí los ojos. La arena bajo mis pies era suave y gris, como las cenizas que quedan después de un gran incendio. El espacio era enorme, un desierto. El cielo era color añil, como a ti te gusta, como a mi me desagrada. ni siquiera el Sol podía romper con esa atmósfera gris. no había un solo ruido que rompiera con el silencio ta profundo que emanaba de las cenizas. Lo curioso es que no hacia calor como en cualquier desierto, sino un frío insospechado y crudo.
Comencé a caminar hacia ningún lado con la esperanza de encontrar algo, a alguien. Después de dar docenas de pasos, mis pies se hicieron a la idea de que cada paso significaba que el frío se extendiera cada vez más sin posibilidades de ser extinguido. Caminaba y caminaba pero el paraje desértico siempre era igual, siempre carente de vida, siempre debajo del mismo cielo.
De pronto, algo apareció a la distancia; no podía ver bien qué era. Caminé cada vez más rápido sin ya poder sentir hasta las rodillas y cuando llegué a estar a un metro de distancia de ese nuevo elemento no supe si acercarme o no. Se trataba de un fuego cristalino, como hecho de agua que burbujeaba a la sombra de un árbol se aspecto sublime; sus ramas y hojas eran negras y de su seno brotaban los retoños de unas flores blancas como la nieve. Me acerqué al árbol. Alcé un brazo para poder alcanzar uno de los retoños de las ramas bajas del árbol. Cuando estaba a medio camino, el botón se abrió y floreció hasta caer como un copo de nieve. La palma de mis dedos tocó su fragilidad y percibió una pequeña chispa cálida que palpitaba en el corazón de la flor. De pronto, recordé algo, vago y carente de sentido en esas circunstancias, pero era algo tangible, un recuerdo. La imagen se esfumó tan rápido como había llegado, dejando tras de sí una estela de sensaciones. Cerré mi puño tras darme cuenta de que entre mis dedos no había más que cenizas pálidas.

Me encontré buscando una buena excusa para llorar.
Me encontré preguntándome por qué me sentía usada.
Me encontré extrañando, recordando.



Me encontré sola.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Dicotomías de una Madrugada

Fue algo muy simple:
una sensación que me invadió
 en cuanto mis ojos se toparon con los tuyos.
Fue algo complicado:
cuando mi pulso se aceleró
y me esforcé porque no lo notaras.
Fue algo inminente:
tu presencia junto a la mía
la cercanía
una carga eléctrica.
Fue algo intrigante:
la forma en que me hablaste
el modo en que actuas
la forma en que me miras
a veces...
A veces
A ve c e s...




y es a veces en que me despierto soñándote...
Fue algo hermoso.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Youth & Whisky

La calle vacía. Sólo el humo de un cigarro aperlado brillaba en la oscuridad de la fría calle. El único farol que aún funcionaba estaba parpadeando, a punto de extinguirse. La figura que estaba recargada en la pared exhaló la última bocanada y tiró la colilla al piso, antes de frotarse las manos en un intento de deshacerse del frío y emprendió el paso hacia un local cercano. Las manos en los bolsillos. 
 La iluminación del local le hizo parpadear varias veces y poco a poco divisó a la multitud que se movía al mismo ritmo. Los acordes le retumbaban en los oídos cual latidos de un corazón. Pasó entre la multitud hasta la desgastada barra. En seguida el cantinero le sirvió su trago habitual: Whisky. El líquido tocó sus labios. Pasó por su garganta trayendo consigo aquél calor tan familiar y tan agradable. Segundo, tercero, cuarto trago. Sus adentros estaban en fuego. En fuego como el mundo, como la multitud del local, como la sociedad y el jodido mundo. De la nada, la risa inundó cada fibra de su ser. Risas, millones de risas inundando el aire cargado de sudor y alcohol. Su cuerpo se movía al ritmo de la batería, al ritmo de los gritos, las voces y los corazones. 
Era su mundo, su vida, su todo. Nadie podría detenerle. Se dejó llevar por las horas, la cercanía, sus propios impulsos y por ese fuego que traía el whisky, las horas pasadas. Entonces regresó el recuerdo, las penas, su bautizo en la miseria. Ellos le hicieron de ese modo. Ellos le enseñaron a ser juventud, a ser whisky. Ellos le usaron; fue sólo el arma en la historia de un bastardo. 
Fue de nuevo hacia la barra. El siguiente trago estaba frente a sus ojos.
-  Pueden verme... ¿¡Pueden verme!? -La multitud no se inmutó. Pero no hacía la diferencia. 
-  ¡Hermanos, amantes, mentirosos, ángeles que me guardan, ¿¡Pueden oírme!? 
Sintió la vista de alguien en la semioscuridad, esa sensación que habita en la medianoche donde ojos invisibles clavan su vista en tu cuerpo, indefenso, tan frágil.
-  ¡Esta va por la Virgen María! 
Whisky por su garganta, quemando, prendiendo fuego a su interior.
Se acercaba la oscuridad.

lunes, 15 de agosto de 2011

No te sentí...


Era de noche y no te sentí
busqué en mi cama
busqué en mis libros
en palabras, por si habías dejado notas,
busqué bajo un árbol
busqué en una sala vacía
busqué en un cine iluminado
busqué dentro de mis ojos
pero no te pude encontrar
te busqué a mi lado
y no estabas ahí.

Abrí los ojos en la madrugada
no te sentí.

miércoles, 20 de julio de 2011

Algo más...


Tuve un sueño anoche. Este sueño me quitó el aliento y dejó una agradable sensación de calor en mi interior, junto con una sonrisa. Soñé contigo y con esos ojos oscuros tan lindos, tan tuyos. Soñé con ese tacto frío, con ese roce de tu piel y con esos labios, tan besables, tan tremendamente dulces. Soñé con esa mirada que me diste ayer, con los besos que me regalaste. Soñé con un lugar nuevo, estilo moderno, con una linda sala de estar y un tapanco justo arriba. Estaba en el tercer piso, así que podíamos deleitarnos con las sinfonías de la sociedad urbana durante el día y con la tranquilidad abrasante de la noche. Un departamento de dos habitaciones, una llena de libros y mi colección de clásicos, y la otra era toda nuestra. Una alfombra clara, tal vez blanca y suave; una gran cama blanca, albergando los sueños de ambos, las caricias, nuestra vida juntos. Te veo al despertar cada mañana y eres lo último en cruzar mis pupilas antes de caer en los brazos de Morfeo. Te veo junto a mí, resolviendo un rompecabezas o sólo haciéndonos tontos por ahí. Te veo en las noches lluviosas y en aquellas en que simplemente me tomas entre tus brazos y me pierdo en tu calor. Te escucho cuando me llamas, cuando me dices que me amas.
Hoy abrí los ojos y supe que era algo más que un sueño. Que tú eras algo más que alguien que cruzó mi camino y que se volvió parte esencial de mi ser. Hoy, al despertar, sentí tus brazos a mi alrededor y supe que era algo más que un sueño.

miércoles, 15 de junio de 2011

tango

Porque, al fin y al cabo, eso es el amor: un tango ardiente, helado; una náusea, una ilusión, una mentira, lo es todo y no lo es nada; al menos, hasta el fin de la canción.

Oblivion




Comienza el piano, suave, dulce. Un bandoneón le hace segunda, seguido por el llanto del trágico violín, anunciando sus desgracias, contando historias de pasión, de desamor, de locura. El contrabajo en lo obscuro, dando gravedad, colaborando en tono e intensidad...
Un callejón iluminado por la luz decadente de un mísero farol. Las horas que pasan y pasan sin parar de llover, diluviando penas, sueños que se evaporan y caen de lágrima en lágrima, convirtiendo realidades en un mero sueño de verano. El ruido húmedo de los tacones sobre el pavimento mojado, una pareja. El velo frío de la noche cubre sus rostros, sus miradas dirigidas al infinito, la pasión, agridulce, cortante, sublime; la carencia, el deseo. Un par de palabras confusas, recuerdos dolorosos. Aliento con aliento, cuerpo contra cuerpo, hombre y mujer se toman, se desgarran, se enamoran y en sublimes actos agridulces se regalan uno al otro, resonando al mismo tono, bailando al mismo ritmo. Y, en algún momento de la rutina de besos y condenas, se dan cuenta con ansias de que están solos, solos en la misma calle, con el mismo farol intermitente y bañados por el hielo abrasador que sollozan las mismas nubes que un día les dieron cobijo.
Sus ojos se cruzan, diciendo en la oscuridad lo que las palabras no pueden expresar y ambos se desmoronan, se evaporan y se consumen, como el fuego y la pólvora, como el agua hirviente que lava mi piel, como los pétalos de una rosa agonizante, sangrante.
El tango ha terminado.

lunes, 2 de mayo de 2011

Sexo, Pudor o Lágrimas...


A veces no pienso
me vuelvo tan frío y no estoy
a veces me ausento de mis sentimientos
y luego sonrío
recuerdo y me aferro a vivir
y a veces quisiera matar por tu amor
tan sólo por un momento

Y es que todavía no encuentro
lo que en mí sería normal
para darte mucho más
y entregarme por completo
sexo, pudor o lágrimas me da igual

Me quieres ver grande
a pensar de lo débil que soy
y si toco hasta el fondo me sacas de nuevo
Por eso me quedo
me aferro y te quiero a morir
por eso aquí adentro tú estás todo el tiempo
viviendo del sufrimiento

Y es que todavía no encuentro
lo que en mí sería normal
para darte mucho más
y entregarme por completo
sexo, pudor o lágrimas me da igual
sexo, pudor y lágrimas me da igual

-Alex Syntek

viernes, 8 de abril de 2011

Dos minutos


Sólo dos minutos hicieron falta, no hubo más, no, no hizo falta nada más. Mi pecho duele, un dolor divino y dulce que asocio de inmediato al precipitado crecimiento de mi corazón. Mi pulso se acelera con sólo divisarte. Mi mente se torna un gran campo en blanco que es llenado por los ecos... tun-tun tun-tun. En mis labios una sonrisa que no pude desimular.
Sólo dos minutos hicieron falta para que mi mundo se resumiera a tus brazos, tres palabras. Sólo un minuto bastó para sentirme totalmente tuya. Sólo 30 segundos bastaron para no querer perderte nunca. Y sólo un respiro bastó para saber que eres la eternidad, la eternidad en dos minutos.

domingo, 3 de abril de 2011

Sadly happy people

Algo que un número amigo me dijo hace poco... Pertenezco a la legión de los tristemente alegres...

"... acabo de descubrir que todos aquellos tocados en sus corazones por algún sentimiento tan profundo que sólo puede materializarse en arte están destinados a sufrir alegremente, a dudar, a pensar, a soñar y a delirar soñando y a divagar pensando y a creer dudando; estamos destinados a vivir en la crisis, a vivir bajo la opresión, bajo esa sensación tan desesperante que nos mueve a buscar algo mejor, a crearnos a nosotros mismos.
Vivir es sufrir un poco, matizado por todas las cosas bellas que nuestros sentidos y nuestro corazón alcanzan a percibir.

We are the sadly happy people of the world."

jueves, 24 de marzo de 2011

Pasiones, pasiones...





Son pasiones del corazón,
sonidos al alba cuando sólo oídos durmientes pueden escuchar
No es el sueño de una ilusión,
es la traición del sentido y la razón
cada parte de un órgano naciente, decadente

Las horas en que el sueño es tan ausente
y todo es silencio y abismos llenos de palabras
de imágenes, de ti.
Pasión de mi pasión
no me tientes, amor
porque hay pasiones, pasiones
pasiones que toman el control
porque te amo, te amo
sin sentido y razón.
No son sueños al alba,
Son pasiones del corazón.

(te amo porque te amo, y te amo porque tú eres amor...)

martes, 22 de marzo de 2011

Salto de un vacío



En un recuerdo de medianoche

un sueño de mediodía,
es una triste melodía,
un canto a quien lo escuche,
son verdades al alma
mentiras hasta el hastío
que mi boca no habla
ni tu aliento ha exhalado.

Es el gris que de cada poro despido
que si no ha de emanar de mi pecho,
ha de callar de tu olvido;

No es la sombra de tus actos
sino caricias del frío
en pasiones sin contrarios;
no soy ilusiones de amados,
besos embriagados,


soy risas sin piso
un cielo de asfalto
un bronce engalanado


sonrisas sin corazón


soy las mentiras del amor,



salto de un vacío.

sábado, 12 de marzo de 2011

Bittersweet- A Terrorist Attack



Estábamos solos, tú y yo, yo y tú. Las palabras fluían entre nosotros, como un mar que conecta dos ciudades, dos culturas. Un mar que perdió la voz por un momento para dejar paso a la contemplación, un momento en que las palabras no hacen falta y sólo el tacto hace de intermediario. Tus labios sobre los míos, en un suave azul, un azul todo tuyo, pues fui amablemente invitada a tu mundo y ahora te tenía junto a mí, aliento con aliento. Oía tus rápidos latidos del corazón, dos timbales unidos en un mismo ritmo, un baile que compartimos.
Las cosas se dieron muy rápido, demasiado irreales para no ser parte de alguna especie de sueño o visión que llega en una noche oscura.
Me tomaste entre tus brazos, con urgencia, casi con brusquedad. Un acto que me era completamente insospechado, un terremoto. Mi mente completamente en blanco, mi fuerza de voluntad nublada y congelada.
Cedió el acto terrorista, dejándonos separados, sumidos en un silencio que fue absoluto y mortal. Yo no sabía qué hacer, qué decir o si debía huir. No sabía si aquello era hermoso en su misma naturaleza salvaje y repentina o si era agresivo. En cualquier caso, había pasado y no había forma de hacer el tiempo volver o cambiarlo. Te vi junto a mí, demasiado lejos y me pregunté por una centésima de segundo qué estarías pensando, justo antes de decidir destruir mi ciudad completa, cuyo comienzo fue aquél terremoto; un acto de profunda resignación y suicidas deseos de destrucción.
Actué por pura médula, podría decirse. No estuve conscinte de lo que mi cuerpo hacía, dejándo a mi mente volar entre las costas de un nada enorme y vacío. Volví a tus brazos con ímpetu y tú me aceptaste en un suspiro. Besé tus labios.
No estoy segura de cómo fueron cayendo mis edificios, mis valles, mis prados, hasta dejar la tierra completamente desnuda ante ti. No supe como terminó todo, qué sentí al verme en esas circunstancias tan peligrosamente agridulces. Dejé que me cambiaras a tu gusto y voluntad, un dolor leve y agudo, la sangre que salía de la tierra mientras el breve momento en que tú, mi dulce terremoto, me consumía en un acto terrorista, un acto de amor agridulce.

domingo, 27 de febrero de 2011

Guilty

All this time I've pretended
I didn't see you,
just looking
never surrendered
Oh, my poor angel of the night!
Oh! I'm sorry
I couldn't see your light
Truth is, because of the guilt
that lies within my eyes...

Azul

Miro el cielo azul
azul como el mar
como mi ilusión
azul
Azul como tus manos
como este beso
que se fue
entre la espuma
del azul
amor, adiós.

domingo, 30 de enero de 2011

En algún lugar

En Algún Lugar, amor mío, están todas las cosas insensatas del mundo; ahí, confabulaste todas tus sospechas y cosechaste los celos. Dominado por la pasión, los primeros impulsos y una duda que carcome tu alma. Más sólo esta pena que carcome mi alma muestra que fue Algún Lugar lo que alimentó tus preocupaciones y desvelos, ¿o no?