martes, 23 de diciembre de 2014

Luces de mediodía



Quisiera decir que te adoro,
que eres mi dios en un mundo
en el que no existe lo eterno
pero lo que me lleva a ti
es mi humanidad, y la tuya,
tan evidente, ininteligible, inalcanzable.

No eres mi dios porque

no quiero verbo sino presencia;
el sabernos juntos verdaderamente
aún en nuestros defectos humanos
tan nuestros, tan poco certeros
y poder decir que no somos eternos
porque no necesitamos serlo.

No necesitamos rezos o cantos.

Para adorarnos sin adorarnos
sólo basta con cada instante
en los que los dos, juntos, somos mortales
y nos atrevemos a vernos
el alma pobre, desnuda,
los sueños vivos  muertos,
los pesares, las dudas,
y también, por qué no, la eternidad
que vive en cada poro mortal,
en cada momento, en cada día
que podemos vernos, sin adorarnos,
sin santos, sin Dios, como dos rayos
de luz a mediodía y lloramos a mares
las virtudes y pesares de la finita vida.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Mi dulce pena

"Un beso es donde tú terminas
y un abrazo tuyo mi abrigo,
tu boca donde ahí germina 
mi delirio y mi muerte,
si es contigo." 
- Mägo de Oz (Príncipe de la dulce pena)


Deshacerme de ti, quitarte
tomarte con mis dos manos
frías como témpanos de infierno, 
desgarrarte de mi carne 
y que te vayas volando, ceniza,
hasta donde no pueda verte 
jamás de los jamases por siempre...

¿Qué más quisiera que borrarte?
olvidarme que alguna vez te tuve
que te perdí, que ya no te tengo, 
que mis dolores son sólo míos
y que nuestro amor fue siempre
un niño muerto que quiso ser 
volar al infinito, con sus alas de sueño
que pronto lo llevaron al suelo 
de verdades inútiles, de pies pesados
de silencios incómodos.

Quisiera no encontrarte cuando te busco
tener sobriedad de recuerdos, 
para no verte nunca, para olvidarte, 
para no verme en tu semblante cansado, 
en tus ideales de cuento, de inocencia iracunda,
y en mis horas de bella durmiente, esperando
siempre esperando, a alguien que se fue.

¿Por qué te quedas, pegado a tu recuerdo?
¿Por qué te veo en mis sueños descarnados?
¿Por qué? ¿Por qué? Acaso estarás, como yo,
mirando hacia atrás, llorando el futuro, necio
mintiéndole a tus párpados de hierro, susurrando
que fuimos sólo un papalote al viento, que cayó
cuando nadie estuvo ahí para sostenerlo... 

Acaso estarás extrañándome como siempre, 
sabiendo que nunca pudimos pertenecernos
maldiciéndome por todos los besos,
por todas las caricias por nuestros silencios
en los que fuimos como gotas de agua tibia
que caían de los ojos de de la vida desencantada
y que hoy se fueron lejos, hasta nunca.

Más que borrarte, quisiera engañarme
decirme que la esperanza no muere nunca
y que en ese nunca estamos los dos
como en el inicio, sólo niños, sólo gotas
juntos en el mismo camino,
pero la noche cae y no estás
y no me queda más que pedirte 
que si no vas a llegar, te vayas de mí
te arranques de mi piel y vueles, 
ceniza de nuestra hoguera, y vueles
como nunca lo hicimos nosotros 
para ser leyenda pasada, mito 
y que me dejes por siempre, 
para que no me duelas como me dueles
y pueda olvidarte, olvidarte, olvidarte, 
mi dulce pena.