domingo, 15 de agosto de 2010

El Árbol Errante


Era el árbol errante, solo en la colina. La sombra del día se acercaba, pero no había destellos al alba. Silencio. Oscuridad. Risas. La luna llena muere. ¡Abre los ojos! Lluvia negra cae. Ríos de tinta se desatan. Una voz. Un grito...
- ¡Respira! -Un corazón latente volvió de las sombras.

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